¿Te cuesta pedir feedbacks o cuando los recibes te cuesta encajarlos?
Vivimos en una sociedad poco familiarizada con esta palabra, la tenemos muy asociada a la critica, o con lo que algunos llaman la critica constructiva, detrás de la cual muchas personas se escudan en este paraguas para soltar lo primero que se les pasa por la cabeza a veces sin filtro, ni piedad…Por eso nos cuesta tanto pedir o recibir feedback , porque seguro que más de una vez hemos salido escocidos al recibirlo.
Yo suelo decir que la verdad es una piedra preciosa que no debemos arrojar al otro en la cara, hay que envolverla y entregarla con cuidado , con mucho amor, buscando el momento indicado y de la forma adecuada .
El feedback es la mejor manera que tenemos para desarrollarnos profesionalmente , para crecer . Pero debemos aprender a usarlo como tal. El feedback debería ser una invitación a hacernos más conscientes de nuestras zonas ciegas (aquellas que no vemos de nosotros y que el otro ve) porque si no las vemos difícilmente las podremos cambiar o mejorar .
Profesionalizar el feedback, y aprender a implantar una cultura de feedback es nuestra cuenta pendiente y debería ser algo fundamental en las organizaciones y en nuestra vida para que el dar y recibir no deje tantos cadáveres en el camino…
Cinco cosas imprescindibles que debes conocer para poder sumergirte en la cultura de feedback como mejora, o como herramienta de desarrollo:
- Pide feedback profesionales, que sean lo más especificos posible y que estén basados en comportamientos ( lo que haces o no haces ) no en identidad ( lo que ellos piensan que eres o no eres) . Los feedbacks sobre identidad “ eres un desorganizado” no ayudan a cambiar y generalmente dejan mal al otro. Entonces lejos de ayudar se convierten en algo que genera malestar y que no motiva para generar cambios.
- Pide feedbacks técnicos,no te conformes con feedback sociales tipo “ que bien has estado” pues solo sirven para quedar bien con el otro y no te ayudan en tu desarrollo. El feedback que te ayuda esta basado en acciones , y en hechos objetivos, no en apreciaciones o juicios subjetivos globales.
- Aprende a pedir y a encajar el feedback como un regalo. Si nadie te da feedback tú puedes seguir haciendo lo mismo y repetiendo sin conocer el impacto de esas repeticiones. Por ello pedir y recibir feedback debe ser entendido como un regalo porque es la mejor herramienta que tienes para ser consciente de lo que haces o dejas de hacer y el impacto que eso tiene en tu entorno. Y si al pedirlo no te lo hacen llegar como un regalo , crees que hay mucho juicio o les falta amor al darlo también puedes dar feedback sobre tu feedback y enseñar al otro cómo te has sentido con sus palabras para que así en ese momento el puede aprender y hacerlo mejor para que cada de verdad sea un gran regalo para el otro.
- Pide feedback no solo a la gente que te aprecia o con la que tienes más feeling, busca a personas que sepan darlo de forma profesional y de forma más objetiva e implanta esta cultura en tu entorno o con tus equipos, para que tengan más herramientas de mejora y sepan darlo de forma profesional.
- Aprende a dar y recibir feedback desde el amor, evita el “sincericidio” (decir lo primero que se te viene a la cabeza sin filtrarlo con cariño) o el machaque gratuito. Dar y recibir feedback desde el amor supone alejarse de los juicios o etiquetas. Porque cuando nos sentimos juzgados o criticados nos separamos automáticamente del otro, tomamos distancia y nos alejamos y esto se convierte en un verdadero obstáculo en nuestro puente hacia la mejora. En cambio cuando lo damos y recibimos desde el amor y desde cariño esas palabras nos ayudan a tomar conciencia sin sentirnos heridos, porque el amor y el cariño es el mejor pegamento universal.
Nuria Sáez Lahoz #yoteacompaño
Comunicación y Liderazgo